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Qué ver en Bombay, la puerta de la India

Visitas y monumentos y otras cosas que hay que ver en Bombay, la puerta de la India

Qué ver en Bombay Puerta de la India Taj Mahal Hotel Zona de Colaba Estación Victoria Hacia Marine Drive Malabar Hill Otros atractivos de Malabar Hill Templo Mahalaxmi la tumba de Hají Alí El otro Bombay Los slums Y la tierra de los sin nada

Qué ver en Bombay

La parte sur tiene unos excelentes lugares típicos, abundan los templos de las diversas religiones. Y la parte norte debe ser también conocida, para quedarnos también con los aspectos duros de la miseria del continente.

El aeropuerto está en una zona media. Al salir de él, el viajero queda asombrado por los millares de carromatos de tras ruedas, que hacen la función de taxis. A medida que avanza hacia el sur verá que van desapareciendo. En la ciudad rica no se viaja en carromato. Está prohibido su acceso. En la descripción de la ciudad vamos a centrarnos en diversas zonas, que son claves, y a referirnos a los principales monumentos, aunque el viajero debe dedicar también un par de días para visitar la Isla Elefanta y –si puede- extender su vista a Ajanta y Ellora, dos recintos clave del arte del subcontinente.

Templete al lado del mar, en el santuario musulmán de Hají Alí. Imagen de guiarte.com. Copyright

Templete al lado del mar, en el santuario musulmán de Hají Alí. Imagen de guiarte.com. Copyright

Puerta de la India

Colaba es la zona más sureña. Allí, el monumento más emblemático es la puerta de la India, que en algún sentido se podía identificar como símbolo de Bombay.

No es que su arquitectura sea extraordinaria. Se trata de un arco triunfal construido para recibir la visita del rey Jorge V, en los inicios del siglo XX. Pero este era el arco triunfal que también daba la bienvenida a los millares de europeos y no europeos que allí llegaron por mar en el siglo, hasta que se hizo habitual el viaje en avión.

Siempre hay una bulliciosa actividad en el lugar; turistas y mendicantes, así como viajeros que embarcan ante la misma puerta para visitar otros puntos, como la Isla Elefanta.

La monumental Puerta de la India. Imagen de guiarte.com. Copyright

La monumental Puerta de la India. Imagen de guiarte.com. Copyright

Taj Mahal Hotel

Influencias hindúes y árabes se mezclan con la arquitectura inglesa en el hotel Taj Mahal, anterior incluso en su construcción a la Puerta de la India. En los inicios del XX fue calificado como el hotel más lujoso del mundo.

En sus cúpulas tiene ese aire del país, pero en su interior es típicamente inglés, con un excelente patio de columnas al lado de los jardines y la piscina.

Junto al edificio clásico se ha construido una gran torre, es el Nuevo Taj Mahal. Ambos edificios están comunicados.

Merece una visita, bien sea para comprar en sus librerías –muy completas- o para darse una buena restauración. Los precios en la India, afortunadamente, son soportables para los occidentales.

El suntuoso Taj Mahal Hotel. Imagen de guiarte.com. Copyright

El suntuoso Taj Mahal Hotel. Imagen de guiarte.com. Copyright

Zona de Colaba

Además de la Puerta de la India y el Taj Mahal hotel, la zona tiene como punto de interés el Wellington Circle, con el museo Príncipe de Gales.



Este museo es de los mejores de la india, y tiene elementos de interés, especialmente en el campo de la arqueología, escultura, etc.

En Colaba Causeway hay numerosas tiendas de artesanía, cafés y restaurantes. Por toda la zona hay también diversa hotelería.

Museo Principe de Gales en Wellington Circle, Bombay. http://www.csmvs.in/

Museo Principe de Gales en Wellington Circle, Bombay. http://www.csmvs.in/

Estación Victoria

Es realmente esplendorosa. Demuestra la pujanza que un día tuvo la ciudad de Bombay, lo que contrasta con la suciedad y cochambre actual.

Tiene la típica arquitectura victoriana, poderosa, con magníficas salas y una bella zona columnada a la que accedían los trenes que partían desde la ciudad al interior del subcontinente.

Cerca de ella, otro edificio del gobierno municipal impacta al viajero por su calidad y belleza, típicamente inglesa.

Imagen parcial de la gran estación. Fotografía de guiarte.com. Copyright

Imagen parcial de la gran estación. Fotografía de guiarte.com. Copyright

Imagen de la gran estación de Bombay. Fotografía de guiarte.com. Copyright

Imagen de la gran estación de Bombay. Fotografía de guiarte.com. Copyright

Hacia Marine Drive

Al oeste está la zona de Marine Drive, paseo en torno a la Bahía Back. Antes se puede pasar por la zona de Nariman Road, donde está la plaza con la fuente de la Flora, de finales del XIX.

También está en la zona el Horniman Circle, que cuenta con excelentes edificaciones de la época británica. Marine Drive se extiende a lo largo de la bahía, con una gran playa, de arenas blancas y aguas contaminantes. Al fondo se divisa el otero de Malabar Hill, verdeante.

En la zona puede hallarse de todo, desde los eternos mendicantes hasta unas vacas que pasean tranquilamente por la orilla de la playa. No faltan los establecimientos de bodas, especialmente activos en el tramo final del año, y que se caracterizan por un pretencioso aire fallero; columnatas de colores, profusión de iluminación colorista, etc.

Desde Malabar Hill se tiene una excelente vista sobre Marine Drive-Imagen de Guiarte.com. Copyright

Desde Malabar Hill se tiene una excelente vista sobre Marine Drive-Imagen de Guiarte.com. Copyright

Desde Malabar Hill se tiene una excelente vista sobre Marine Drive-Imagen de Guiarte.com. Copyright

Desde Malabar Hill se tiene una excelente vista sobre Marine Drive-Imagen de Guiarte.com. Copyright

Malabar Hill

La zona de Malabar tiene unas excelentes cosas para ver, y algunas que no se ven. Entre éstas están las torres donde los parsis dejan a sus muertos, para que sean comida de las aves.

Lo que queda del festín avícola, los huesos, va a un pozo de ácidos. Así el cadáver no contaminará la tierra, como estipulan los mandatos de esta religión.

Pero en la zona hay otros muchos atractivos. Entre ellos está un paseo por el parque que da hacia Marine Drive, el Kamala Nerhu, donde se pueden gozar unas magníficas vistas sobre la parte sureña de la ciudad y de las acrobacias de algún saltimbanqui o algún personaje popular que se gana su vida mostrando las acrobacias de sus monos.

Un domador de monos ambulante, en el parque de Malabar Hill. Fotografía de guiarte.com. Copyright

Un domador de monos ambulante, en el parque de Malabar Hill. Fotografía de guiarte.com. Copyright

Otros atractivos de Malabar Hill

Esa esta una de las zonas de mas personalidad de Bombay. Si se avanza hacia el sur, en el entorno de Walkeshwar Road se puede ver un colorista templo Jain.

los sacerdotes de este culto respetan tanto la vida que se tapan la boca cuando caminan para no tragarse involuntariamente un insecto. Los más puros, incluso barren el suelo al avanzar, para despejarlo de cualquier ser que tenga vida.

Más hacia el sur, en el extremo de esta península, hay una zona de gran sabor tradicional, con sus templos hindúes, una gran zona de purificación, con sus gradas en torno al agua, y las gradas donde los hindúes incineran a los muertos.

Todo tiene un notable aire tradicional, que nos entronca con la India más típica, desde sus casas a los comercios.

Detalle de un colorista templo Jain, en Walkeshwar Road. Fotografía de guiarte.com., Copyright

Detalle de un colorista templo Jain, en Walkeshwar Road. Fotografía de guiarte.com., Copyright

Templo Mahalaxmi

Si desde Malabar Hill se avanza hacia el norte, cerca del Mar, se llega al templo Mahalaxmi, que es el más antiguo de la ciudad de Bombay.

Tiene encanto este enclave. En una calle estrecha, abundan los puestos donde se venden flores y frutos. Los fieles compran algunos y ascienden por las escaleras con ellos en la mano. Luego se descalzan, pasan ante la brillante columna de plata y entran al interior del reducido templo, para entregar la ofrenda a los sacerdotes de Ganesh. Luego acuden a la parte posterior del mismo, fijan con sus dedos una moneda en la pared y, tras pedir un deseo, la dejan caer en las rejillas.

Luego vuelven ante los sacerdotes, que les devuelven unas flores y unos cocos, y retornan con esta ofrenda a sus casas. Retornan también con la esperanza de que el dios de la riqueza les haya beneficiado.

Trasiego de fieles que ascienden y descienden por la escalera del templo. Al fondo se obsarva la cúpula del mismo. Fotografía de guiarte.com. Copyright

Trasiego de fieles que ascienden y descienden por la escalera del templo. Al fondo se obsarva la cúpula del mismo. Fotografía de guiarte.com. Copyright

la tumba de Hají Alí

Algo más adelante hay otro santuario famoso en Bombay. Es la tumba de Hají Alí, un venerable musulmán.

El recinto se halla a unos doscientos metros de la costa, sobre un roquedo. Una larga pasarela une la tumba del santo musulmán con la costa. A lo largo de la misma se suceden los mendigos que demandan la caridad del viajero. La tumba tiene la típica arquitectura árabe, con cierta belleza y escaso mantenimiento –algo común en la India- y en torno a ella hay un permanente trasiego de fieles. Se puede entrar en el interior del recinto, descalzándose en la parte central.

Es un buen punto de observación de esta zona de la ciudad.

Entrada al recinto de la tumba de Hají Alí. Imagen de guiarte.com. Copyright

Entrada al recinto de la tumba de Hají Alí. Imagen de guiarte.com. Copyright

El otro Bombay

Hacia el norte se sigue extendiendo Bombay, mostrándonos sus dos caras, a veces confluentes.

Hay zonas típicas como la Juhu Beach, zona de playa en la que se suceden diversos hoteles, y en la que pasen siempre abundante gente, que no suele meter el pie en el agua por miedo a la contaminación. Pero a medida que se avanza se entra en el norte más degradado. Al lado de la calle, generalmente sin aceras, se acumula la suciedad. Ante los edificios se han instalado chabolas y tenderetes miserables. En algún basural se ven unas vacas o unos cerdos mordiendo cualquier cosa menos verdura.

De vez en cuando aparece algún arroyo... pero en la estación seca no lleva agua, solo lleva mierda, orines y alguna agua de cloaca. En él se acumulan las basuras, que sólo desaparecerán cuando llegue la estación de las lluvias y arrastre todo hacia el mar.

Lavadero público en el extrarradio de Bombay. guiarte.com Copyright

Lavadero público en el extrarradio de Bombay. guiarte.com Copyright

Los slums

Los slums son barrios miserables. Se suceden las chabolas, que a veces no son ni siquiera de chapa, sino un montón de plásticos negruzcos que se sostienen sobre algún palo.

Entre una hila y otra de chabolas, apenas queda un callejón de un metro o menos de anchura, por donde va descalza la gente, caminando sobre suciedad, orines o aguas residuales. Si el viajero pasa por allí a primeras horas de la mañana verá como delante de las mismas chabolas, junto a la carretera, en el arcén de tierra, se suceden hiladas de personas que están defecando, mirando cómo pasan los ruidosos vehículos ante sus narices... Huele el terreno a mierda.

Millones de personas habitan en estas condiciones, donde prolifera la tuberculosis y la lepra. Es un territorio en el que la natalidad es altísima.

No sorprende hallar a mujeres de corta edad madres ya de tres o cuatro hijos. También es altísima la mortalidad.

Este es un granero de niños de la calle, y de mujeres a las que la nada les lleva a la prostitución. En la India se calcula que hay 400.000 prostitutas menores de edad. El Barrio Rojo de Bombay es un siniestro putiferio –el mayor de Asia- absolutamente cutre. Prolifera el SIDA.

Entorno de la estación ferroviaria de Borívali, en Bombay. guiarte.com. Copyright

Entorno de la estación ferroviaria de Borívali, en Bombay. guiarte.com. Copyright

Y la tierra de los sin nada

Y aún hay un Bombay más miserable; el Bombay de los sin nada.

Al viajero occidental le sorprenderá ver, al atardecer, como en cualquier lugar; en un arcén, en la mediana de una autovía, una mujero con tres niños de corta edad se acurruca sobre el suelo y se tumba, abrazada a sus criaturas, y tapada con su propia ropa y algún girón de plástico mugriento, negruzco. Abundan las personas que apenas tienen sino la vida y la desesperanza.

Esta es una sociedad injusta, y a esa injusticia colaboran las ideas religiosas que distribuyen ya a la población en castas y que siembran en ella un conformismo demoledor. Quien tiene lepra está resignado. Piensa que es así porque es la reencarnación de alguien que en su vida cometió vilezas... y purga el sufrimiento sin pensar que esto no es un hecho inexorable, sino una enfermedad.

Algunas organizaciones caritativas ayudan a sobrellevar este drama, ayudando a los leprosos, a los niños sin hogar, a los hambrientos.

Es especialmente digna y bella la caridad en medio de la desesperanza. Por cierto, que en Bombay, con el 2 por ciento de población cristiana, las organizaciones cristianas realizan en torno al 50 por ciento de la labor humanitaria de la gran urbe. Hay gente maravillosa en esta tarea.

Si puedes, ayuda a quienes llevan algo de alivo al dolor.

Más de cinco millones de personas viven en Bombay en extrema pobreza. Imagen de guiarte.com. Copyright

Más de cinco millones de personas viven en Bombay en extrema pobreza. Imagen de guiarte.com. Copyright

La lepra y otras enfermedades azotan a las clases más desprotegidas de Bombay. Imagen de Guiarte.com

La lepra y otras enfermedades azotan a las clases más desprotegidas de Bombay. Imagen de Guiarte.com

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