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El último viaje de la fragata Mercedes, prorrogada

Madrid, 21 de noviembre de 2014
Organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ministerio de Defensa y Acción Cultural Española (AC/E), la exposición da a conocer los tesoros que transportaba la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804, y aborda el litigio mantenido en los tribunales norteamericanos entre el Estado español y la empresa Odyssey.

La muestra se reparte en dos sedes, el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Naval, y profundiza en el contexto histórico de la época y las circunstancias del hundimiento de este buque de la Armada, narrando las circunstancias y consecuencias que tuvo en la época la voladura de la fragata.

Objetos de época, maquetas, documentos históricos y más de 30.000 monedas, son algunos de los bienes culturales que se pueden contemplar en la exposición.

Un mundo en guerra. Europa y América hacia 1800
El marco general en que se produjeron los hechos en torno a la fragata Mercedes es el de un mundo en el que se enfrentan las tres grandes potencias del momento (Francia, Gran Bretaña y España), con América del Sur en el horizonte de sus intereses.

En España, estos años coinciden con el reinado de Carlos IV con Manuel Godoy como primer ministro. Los tratados de paz y las declaraciones de guerra jalonan el ritmo de la política española en estas fechas (San Ildefonso, Amiens, Convenio de subsidios de París…).

La última misión de la fragata Mercedes
La sección presenta una selección de documentos relacionados con el viaje de la Mercedes al Callao, en Lima: reales órdenes y correspondencia entre el ministro de Hacienda, el virrey del Perú y el ministro de Marina, y el último documento de la Mercedes, el Estado de Fuerza y Vida, fechado el 7 de agosto de 1804 y firmado por su comandante José Manuel de Goycoa antes de su salida del puerto de Montevideo rumbo a Cádiz. En este documento se registra el nombre de los oficiales, dotación, bastimentos, equipamiento, bienes y caudales que transportaba y pasajeros con permiso para viajar en la nave.

Según el documento, en la Mercedes viajaba un total de 323 personas: su capitán, 17 oficiales, 282 de dotación y, al menos, 23 pasajeros, entre ellos la esposa e hija del primer piloto, Ignacio Pano, la esposa del segundo cirujano, Joaquín Cortadella, y cinco particulares, además de la familia de Diego de Alvear: esposa y siete hijos, un sobrino, cinco criados y un allegado amigo de la familia.

Combate en el cabo de Santa María y hundimiento de la fragata Mercedes
El cuadro de Francis Sartorius sobre la explosión de la Mercedes en el combate del cabo de Santa María el 5 de octubre de 1804, abre este nuevo ámbito dedicado al ataque británico y hundimiento del buque en cuya desaparición perecieron al menos 275 personas.

Las emocionantes memorias de Tomás de Iriarte, que contaba con diez años cuando fue testigo del violento combate, han servido de hilo de conductor para un sorprendente audiovisual panorámico que permite al espectador subir a bordo de la escuadra española, sumergirse en el fragor del combate y presenciar los últimos momentos de la Mercedes.

Tras el combate: la Mercedes, casus belli
A las inmediatas consecuencias tras el final del combate, le seguirán efectos a medio y largo plazo como la declaración de guerra a Inglaterra en diciembre de ese mismo año, que consolidaría su alianza con la Francia napoleónica dejando abierto el camino hacia Trafalgar.

Documentos, monedas procedentes de las naves apresadas, o un ejemplar de Trafalgar de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós donde se relata el combate en el que naufraga la Mercedes, son algunas de las obras que ilustran este apartado.

Arqueología frente a expolio
El suceso de la Mercedes representó un punto de inflexión en el transcurso de los acontecimientos políticos y bélicos del momento, pero con su voladura no concluyó su historia. Los restos del buque se hundieron en las aguas del Atlántico, a 1.100 metros de profundidad, pasando a convertirse en un yacimiento arqueológico.

Doscientos años después del trágico suceso de la Mercedes, la compañía norteamericana “cazatesoros” Odyssey Marine Exploration Inc. localiza los restos de sucargamento y extrae cerca de 600.000 monedas, que traslada inmediatamente a Estados Unidos. Junto a las monedas, Odyssey sacó algunos restos arqueológicos procedentes del barco.

En esta área se expone una selección de estos materiales arqueológicos y se incide en la diferencia entre expolio y excavación arqueológica, el contraste entre la recuperación de la historia, y la mera obtención de objetos de valor para su comercialización.

La carga. Caudales y otras mercancías
Las fuentes documentales han aportado abundante información sobre el cargamento de la Mercedes. Junto a ejemplos de algunas de estas mercancías, una serie de acuarios presentan el proceso de transformación que sufren estos materiales en el fondo marino, así como su posterior recuperación a través de la restauración.

En este apartado se muestran los principales aspectos que caracterizaron a el peso o real de a ocho, considerado el “dólar” de la época, junto a una impresionante vitrina en la que se presenta una muestra de 30.144 monedas de plata de ocho reales y 146 de oro de ocho escudos procedentes de la Mercedes.

La vitrina rememora el cargamento de caudales que transportaba el buque, y su distribución en talegas conteniendo unas 1000 monedas cada una.

Un proceso judicial en defensa del Patrimonio Cultural Subacuático. La batalla en los juzgados
La serie de objetos artísticos, documentos, obras literarias y restos arqueológicos que se muestran a lo largo de la exposición muestran la carga histórica que envuelve a las monedas objeto del litigio y que las convierte en bienes culturales.

Este apartado final está dedicado al proceso judicial que tuvo lugar en Estados Unidos en el que España defendió su derecho a los bienes culturales procedentes de la Mercedes frente a la empresa Odyssey. Las pruebas presentadas demostraron con rotundidad ante los tribunales norteamericanos que la identidad del buque expoliado era la Mercedes y, además, que era una fragata de la Armada española, sujeta por tanto al principio de inmunidad soberana, sobre la que Odyssey no tenía ningún derecho a intervenir.

Se presentan algunos objetos y documentos relacionados con el juicio y se concluye destacando la importancia que reviste la protección del patrimonio arqueológico subacuático.

La explosión de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes en el combate del Cabo Santa María, el 5 de octubre de 1804. Francis Sartorius, 1807

La explosión de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes en el combate del Cabo Santa María, el 5 de octubre de 1804. Francis Sartorius, 1807

Carlos IV, rey de España. Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) 1789

Carlos IV, rey de España. Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) 1789

Estado de Fuerza y Vida de la fragata Mercedes, 7 de agosto de 1804. Manuscrito de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, Montilla (Córdoba).

Estado de Fuerza y Vida de la fragata Mercedes, 7 de agosto de 1804. Manuscrito de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, Montilla (Córdoba).

Cajita de oro para rapé o tabaquera. S XVIII. Pecio de la fragata Mercedes. Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena.

Cajita de oro para rapé o tabaquera. S XVIII. Pecio de la fragata Mercedes. Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena.

Bloque de monedas de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes.

Bloque de monedas de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes.

Vitrina con restos de los caudales procedentes de la Mercedes.

Vitrina con restos de los caudales procedentes de la Mercedes.

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