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VÍA DE LA PLATA/ CAÑADA DE LA VIZANA

Diversas agresiones y abandonos padece la Vía de la Plata en su tramo norte. El autor del artículo denuncia también la manipulación de quiens intentan llevar la Vía de la plata por un itinerario falso

Por José Ignacio Martín Benito

Benavente. Septiembre de 2002

Recientemente acaba de celebrarse en La Bañeza un curso de verano organizado por la Universidad de León, con el título La Vía de la Plata: eje de articulación histórica y territorial. Durante cuatro días, diversos expertos han ido pasando revista a este camino histórico que hunde sus raíces en la Prehistoria y que fue relanzado por Roma con la denominación Iter ab Emeritam Asturicam. La calzada, una vía empedrada, pasó con el tiempo a llamarse Al Balat, en lengua árabe, de donde deriva la actual denominación de Vía de la Plata, con la que actualmente se la conoce.

La Vía de la Plata es, pues, un camino antiguo que articulaba el norte con el sur peninsular. A través de él corrieron ejércitos y comerciantes, transeúntes y peregrinos, pastores y rebaños. Una vía histórica que cobró auténtico protagonismo en las épocas de la conquista musulmana y en la expansión del Reino de León hacia el sur durante los siglos XII-XIII, llamada entonces calzada de la Guinea o Quinea (posiblemente de equinea, del latín equus –caballo-, aludiendo al tránsito de equinos) .

Como ocurrió con otros caminos, la trashumancia de las montañas de León a Sierra Morena orientó su trazado por esta vía. En muchos puntos la cañada occidental leonesa, conocida como de La Vizana coincide con la vieja vía romana de Astorga a Mérida. En el entorno de Benavente estaba Brigecio, una de las mansiones citadas en el Itinerario de Antonino, después de Pretorium (Bretó) y antes de Bedunia (San Martín de Torres). Con el transcurso del tiempo, los rebaños de la Mesta y después los de la Sociedad de Ganaderos del Reino, hollaron los Valles por Benavente siguiendo el trazado de la cañada de la Vizana, también llamada Real Berciana o Zamora. Ene l magnífico libro de Manuel Rodríguez Pascual, La Trashumancia (Edilesa, 2001) se nos da cuenta de su recorrido: ... la cañada entra en Benavente por la denominada carretera de Alcubilla o camino de Manganeses que desemboca en la moderna y empinada avenida de la República Argentina que bordea la villa por el norte. Al final de la misma, en la parte más alta, junto a una plaza –donde hoy se sitúan el Colegio nacional Las Eras y unas viviendas protegidas-, se encontraban las Eras de San Antón, antiguo descansadero de ganado. Al lado se localiza la plaza Virgen de la Vega, donde confluye La Vizana con la Vereda de los Maragatos, en la actualidad avenida de Maragatos.... Desde este altozano, La Vizana desciende por la calle Cuesta del hospital..., alcanza la plaza de la Soledad y se aleja de Benavente por la avenida de Federico Silva Muñoz.

El autor de estas líneas, nos confesaba en La Bañeza que en Benavente la cañada está muy destruida e invadida por construcciones diversas. La Junta no acaba por poner en práctica la ley de marzo de 1995 sobre vías pecuarias, que indica su señalización, deslinde y amojonamiento. Lejos de proteger este importante patrimonio cultural, como son las cañadas, la Junta en Benavente se dispone a construir un Centro de Salud y de Especialidades en el antiguo descansadero de los rebaños, como si no hubiera otro lugar en la zona norte de la ciudad donde poder hacerlo. En otras comunidades, tales como la valenciana, la andaluza o la extremeña se están dando importantes pasos para proteger y aprovechar los recursos naturales y culturales de estas antiguas vías pecuarias, relanzándolas para el ecoturismo. Aquí, en Castilla y León, la Junta se ha ocupado muy poco de las cañadas. Y no sólo eso, sino que ella misma contribuye a su deterioro y desaparición. La misma Junta debería ponerse una fuerte sanción así misma por vulnerar la ley de marzo de 1995 al promover la construcción del referido Centro de Salud en los Cuestos de las Eras (cañada y descansadero de La Vizana).

Pero no es menos grave la adulteración que se está haciendo con el nombre de la antigua calzada romana. Sabido es que la Vía de la Plata unía Mérida con Astorga. Ahora, muy recientemente, se ha empezado a llamar Ruta de la Plata a la carretera nacional entre Gijón y Sevilla y, además, ese nombre lo usa una conocida empresa de transportes. En las proximidades de León se anuncia la construcción de una zona residencial con el nombre de Ruta de la Plata. Ello contribuye a la confusión intencionada, intentando aprovecharse de un nombre. La Vía de la Plata jamás llegó a León ni, por consiguiente a Oviedo y Gijón, de la misma manera que no lo hizo a Sevilla. Derivando el trazado por León, quedan al margen poblaciones como La Bañeza y Astorga, punto inicial o final –según se ande el camino- de la auténtica Vía de la Plata.

Imágenes de un rebaño de trashumancia, en tierras de León. Fotografía de Edilesa. Copyright

Imágenes de un rebaño de trashumancia, en tierras de León. Fotografía de Edilesa. Copyright

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