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Los Pirineos, sin glaciares

Por Artemio artigas

La superficie de los glaciares de los Pirineos ha descendido bruscamente en el último siglo. Se ha reducido en un 85 por ciento, según un informe de Greenpeace, que atribuye esta situación al calentamiento del planeta por la acción humana.

En el año 1988 el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en cooperación con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), estableció el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) con la misión de analizar y evaluar el cambio climático, sus impactos potenciales, los métodos para adaptarse a los cambios y reducir las emisiones.

Según los informes de 2001, la temperatura global en superficie durante el siglo XX aumentó 0,6 °C y la cubierta de hielo y nieve decreció. Existen nuevas y contundentes evidencias de que la mayor parte del calentamiento observada en los últimos 50 años es atribuible a las actividades humanas. Esta influencia del hombre continuará cambiando la composición de la atmósfera en el siglo XXI.

La Agencia Europea de Medio Ambiente afirma que la temperatura media en esta europeazona aumentó casi 1ºC durante el siglo pasado, habiendo sido la década de los 90 la más caliente, con récord en 1998 seguido de 2002 y 2003. De hecho, Europa se ha calentado más que la media global sufriendo un aumento de 0,95ºC en los últimos 100 años, el mayor calentamiento se registró en la península Ibérica y el noroeste de Rusia.

El IPCC prevé un aumento de la temperatura media global de entre 1,4 y 5,8 °C hacia finales de 2100, y un crecimiento del nivel del mar en un rango de 0,1 a 0,9 m hacia fines de este siglo. La conclusión del IPCC es que “la evidencia sugiere que hay una influencia humana discernible sobre el cambio climático”y destaca que el cambio climático constituye una seria amenaza al ambiente global.

La influencia humana a la que hace referencia el IPCC resulta principalmente de la quema de combustibles fósiles. Estas actividades producen un incremento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera que altera su balance y tiende a calentar la superficie de la Tierra y de la baja atmósfera.

Los glaciares

La elevación de las temperaturas tiene una visible incidencia en los glaciares.

Los glaciares constituyen masas de hielo que se desplazan por efecto de la gravedad, deformándose y generando grietas. Es un sistema muy dinámico capaz de erosionar, transportar y sedimentar, en base al desplazamiento del hielo.

Los glaciares se dividen en dos zonas, la de acumulación, y la de ablación, donde se funde la masa glaciar. Estas dos partes están limitadas por la línea de equilibrio glaciar, línea que separa la zona donde se acumulan las nieves y el glaciar gana masa, de aquella porción en la que la fusión implica la pérdida de masa. Esta línea de separación es la que nos permite estudiar la dinámica de los glaciares, pues varía según las condiciones climáticas del entorno del glaciar.

La altitud de la línea de equilibrio glaciar (ELA) señala la situación de la separación entre ganancia y pérdida de masa, por lo que es fundamental para el conocimiento del balance de masa de los glaciares y para establecer las características paleoclimáticas y climáticas de glaciares del pasado o la actualidad.

La criosfera consiste en aquellas regiones de la Tierra cubiertas por hielo y nieve, tanto en territorio continental como en los mares. Incluye la Antártida, el Océano Ártico, Groenlandia, el norte de Canadá, el norte de Siberia y la mayor parte de las cumbres de las cadenas montañosas donde las temperaturas bajo cero persisten durante la mayor parte del año.

La criosfera juega un rol fundamental en la regulación del sistema climático global. Sin la criosfera, el albedo global sería considerablemente menor de modo que se absorbería más energía a nivel de la superficie terrestre y consecuentemente la temperatura atmosférica podría elevarse aún más. Lamentablemente, la cubierta de nieve en el hemisferio norte ha disminuido un 10 por ciento desde 1966.

La investigación de los glaciares, se basa en el análisis de documentos históricos, mapas, fotografías y en el análisis digital de imágenes satelitales que facilitan el estudio de la variación de los glaciares, además se emplea la dendrocrinología (análisis de los anillos de los árboles) para conocer la fluctuación de los glaciares.

Estado global de los glaciares

El estado de los glaciares está en regresión acelerada: 8 de cada 9 glaciares europeos están en retroceso. De hecho, desde 1850 a 1980 los glaciares de los Alpes han perdido un tercio de su superficie y la mitad de su masa. El cálido y seco verano de 2003 indujo a la pérdida de un 10 por ciento de la masa glaciar remanente de los Alpes, de manera que su retroceso está alcanzando niveles que superan los de los últimos 5.000 años.

Se calcula que cerca del 75 por ciento de los glaciares de los Alpes suizos habrán desaparecido para el 2058. Otros ejemplos a nivel global de lo que está ocurriendo con los glaciares:

Monte Kilimanjaro

Un informe reciente de Lonnie Thompson, investigadora de la Ohio State University, indica que la capa de hielo del Monte Kilimanjaro podría desaparecer en menos de 15 años. El glaciar perdió entre 1989 y el año 2000 el 33 por ciento de la masa de hielo.

Himalaya

Distintos científicos prevén que todos los glaciares del centro y el este del Himalaya habrán desaparecido para el 2035. Si continúan derritiéndose podría afectar el suministro de agua de gran parte de Asia. Los caudales de los mayores ríos de la región (Indo, Ganges, Mekong, Yangtse y Amarillo) se originan en el Himalaya.

Andes peruanos

El glaciar Quelcaya ha perdido el 20 por ciento de su volumen desde 1963, retrocedió más rápido en el último siglo que en cualquier momento de los últimos 500 años10; el retroceso se incrementó a 30 m por año durante la década del 90, se estima que desaparecerá antes del 2020.

Igual suerte corre el glaciar Chacaltaya, este glaciar es la fuente principal de agua para beber y para suministrar hidroenergía, el cambio climático significa una seria amenaza para la comunidad de la ciudad de La Paz, Bolivia. Ecuador corre con el mismo desafío ante la inminente desaparición de sus glaciares.

Alpes austriacos

De acuerdo a la información por el gobierno de Austria, si la temperatura aumenta en 2 °C, todos los glaciares austriacos perderían volumen y muchos desaparecerían completamente.

Alaska

El Bering es el mayor glaciar norteamericano y su retroceso es rápido. Entre el año 1967 y el año 1993 retrocedió 10,7 km. Durante los últimos 4 años se registró un rápido retroceso, que en el 2002 fue de 700 m en menos de 24 horas, y en junio de ese mismo año, desprendió un iceberg de 1,2 km de largo, el más grande visto hasta el momento.

Groenlandia

Es la mayor masa de hielo del hemisferio norte. Algunos modelos climáticos predicen que la capa de hielo de Groenlandia podría perder la mitad de su masa en los próximos 500- 1000 años, contribuyendo a aumentar en 3 metros el nivel de mar. La cantidad de hielo del Ártico se ha reducido drásticamente durante los últimos 20 años y podría desaparecer totalmente durante el verano en un plazo de 100 años.

Antártida

La Antártida, la mayor masa de hielo del planeta, presenta un sistema un poco más complejo, aunque parte de la capa helada de la región oeste y las plataformas de hielo de la península están en retroceso.

Estado actual de los glaciares españoles

Los Pirineos son la única cordillera de la península Ibérica que posee glaciares en la actualidad. Hasta mediados del siglo XIX, existieron glaciares en Sierra Nevada y Los Picos de Europa, que desaparecieron con los cambios climáticos acaecidos a finales del siglo XIX, con la finalización de la denominada Pequeña Edad del Hielo. Este período fue de enfriamiento climático menor a escala global pero muy importante por su impacto en las actividades humanas y el medio natural de las montañas.

Los glaciares pirenaicos actuales son una herencia de la Pequeña Edad de Hielo, cuya pulsación generó pequeños glaciares que desde finales del siglo XIX sufren un retroceso continuo.

El enfriamiento reciente, se ha explicado tradicionalmente como fluctuaciones climáticas originadas por las variaciones de la radiación solar, con un papel menor de las grandes erupciones volcánicas. Sólo al final de este periodo se iniciaría el efecto invernadero que caracteriza a las variaciones climáticas recientes, atribuido a la intromisión de las actividades humanas en la dinámica atmosférica, situado tradicionalmente a partir de 1850-1900.

Aunque los últimos estudios atribuyen las variaciones climáticas con efecto invernadero a una nueva era, la Antropogena, caracterizada por la modificación del clima por el hombre, que se iniciaría hace 8000 años, cuando las roturaciones, deforestaciones y puestas en cultivo de amplios espacios en Eurasia, producirían emisiones de CO2 y CH4. Con la llegada de la revolución industrial y el desarrollo tecnológico del siglo XX el proceso se acelera, con evidentes implicaciones en la evolución de los pequeños glaciares pirenaicos.

Desde 1894 hasta el 2000, se aprecia una pérdida de casi un 85 por ciento de la superficie glaciar de los Pirineos. La extensión glaciar ha ido disminuyendo imparablemente en estos cien años, acelerándose en los dos últimos decenios.

De mantenerse esta línea, es previsible la extinción total de los glaciares españoles en un período breve. Esta pérdida de superficie glaciar ha ocasionado un cambio en el tipo de aparatos, así como su pérdida. Mientras que en 1980 había 27 glaciares y 9 heleros, sumando 36 aparatos, la escisión de estos cuerpos de hielo producida por su retroceso ha resultado en sólo 10 glaciares y 9 heleros (4 de ellos heleros, 3 rocosos y 2 elementos residuales) en 2000. Es decir, los procesos y formas periglaciares van, así, sustituyendo a los glaciares en la alta montaña pirenaica.

Hemos sido, pues, testigos de desapariciones de glaciares, de tendencias regresivas intensificadas, los hemos visto reducirse e incluso irse como una “especie en extinción”.

Un paisaje de la diversidad geográfica se nos ha estado yendo ante nuestros ojos.

Estas imágenes de Monte Perdido tienen 100 años de diferencia. La nieve ha ido desapareciendo de los Pirineos. Imagen facilitada por Greenpeace.

Estas imágenes de Monte Perdido tienen 100 años de diferencia. La nieve ha ido desapareciendo de los Pirineos. Imagen facilitada por Greenpeace.

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